¿Cómo se relacionan?

Aunque las investigaciones siguen y los expertos aún están aprendiendo sobre esta relación, se sabe que el cerebro y el sistema digestivo se comunican entre sí mediante un sistema llamado eje intestino-cerebro, por lo que cuando el cerebro se estresa, la microbiota (bacterias buenas que viven en el intestino), se altera y libera varias sustancias que pueden afectar el funcionamiento de los órganos digestivos, lo que puede causar:

Digestión lenta, lo que hace que los alimentos se queden en el estómago
por más tiempo y aumente la probabilidad de que los jugos del estómago suban al esófago.

Incentiva la producción del ácido estomacal.

Crea espacios en las células del revestimiento del esófago,
lo que permite que el ácido estomacal se filtre al esófago y cause más dolor.

También, el estrés puede hacer que las personas sean más conscientes de los síntomas del
reflujo, como la acidez, y también puede hacer que se adopten conductas que desencadenen
los síntomas, como comer alimentos más grasosos, fumar o beber más café.

Por eso, para disminuir los síntomas del reflujo primero debes tratar de relajarte y confiar en la verdadera protección de Esoxx-One® que, con su innovadora fórmula compuesta por ácido hialurónico, condroitina y poloxámero, forma una barrera bioadhesiva que se adhiere al esófago por más tiempo.